
Por alguna razón que no consigo entender completamente, la sociedad japonesa, dentro de su inmenso control del individuo, ha engendrado una serie de artistas brutalmente transgresores, capaces de crear obras tan extremas que se vuelven incomprensibles para el mundo occidental.
Tal es el caso de la película de esta semana. Dirigida y escrita por Shinya Tsukamoto, esta obra maestra del genero Cyberpunk (ver crítica de Eden Log) cuenta la historia de un hombre, que después de atropellar por accidente a un "metal fetichist" (hombre que se excita introduciendo objetos metálicos en su cuerpo), recibe una especie de maldición que poco a poco comienza a transformarlo en un hombre-máquina, con tubos y cables brotándole por todo el cuerpo (y con demasiado lujo de detalle).
La historia a primera vista parece absurda y tal vez lo sea, sin embargo, está contada de una forma tan fabulosa visualmente hablando, que trasciende el aspecto narrativo para introducir al espectador en un mundo sucio, extremadamente violento, misógino y en cierto sentido fascinante.
El presupuesto de la película es ínfimo, cosa que al parecer juega en favor de la cinta, ya que le da ese aire de producción sucia que le queda perfecto y que a veces genera manejos de cámara sumamente ingeniosos. Ya no les cuento más para que le den una hojeada, pero por lo pronto, sólo puedo prometerles escenas que no olvidarán facilmente y una historia que conforme avanza se vuelve tan ridícula como genial.
2 comentarios:
No pude ver el final de esta pelicula
y estoy de acuerdo con tu critica,
pasas de un estado de desacuerdo,
horror, ridiculez, interés, todo al mismo tiempo,
esta bien dirigida.
Si la verdad es que es una continua contradicción y es fenomenal la forma en que está dirigida. Hace poco conseguí un par de pelis más de este director a ver que tal salen.
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